Acomodados entre un grupo de árboles situados a un lado del camino, donde pensaron sería difícil que nadie pudiera sorprenderlos, disfrutaron Eladio y Sigfrido de un mendrugo de pan, cada uno, extraídos del viejo saco con el que cargase el más joven. Desde las altas y frondosas ramas les llegaba el alegre trinar de los pájaros silvestres, que parecían dar la bienvenida al nuevo día. Una vez la última migaja fuese arrojada al suelo al sacudirse las manos, volvieron a ponerse en pie y reanudaron la marcha sin mediar palabra. Al partir aquella mañana y durante el resto del camino, Sigfrido había tratado de conversar con Eladio, pero éste, fiel a su promesa de pensar en sus propios asuntos, los cuales consideraba de vital importancia, no se mostró muy dispuesto a participar de los distintos diálogos que le eran propuestos, lo que llevó a su joven acompañante a silenciar sus labios y a perderse en sus propias ensoñaciones, algo que a punto estuvo de costarles extraviarse en más de una oc
Tiempo de Calamidades es un blog donde se irán compartiendo los distintos capítulos que darán forma a una probable novela fantástica un tanto peculiar y que estará basada en los hechos narrados en el blog Las Terribles Crónicas de Sigfrido Valorquebrado, del mismo autor. Se tendrán en cuenta las opiniones que los lectores quieran aportar.